Al diseñar sistemas, siempre comienzo con un principio: Primero la velocidad al mercado, pero con patrones que permitan escalar en el futuro.
Por qué esto importa:
- El MVP debe ser simple y rápido de entregar.
- Escalar después no debería significar reescrituras dolorosas.
- Las decisiones tempranas de diseño (como la modularización, la observabilidad y la automatización) dan espacio para crecer sin bloquear el negocio.
Este equilibrio entre velocidad y escalabilidad es lo que yo llamo el rol del arquitecto en la práctica: permitir al equipo entregar hoy, mientras se protege la flexibilidad de mañana.